NAVEGAR POR LAS AGUAS DE LA BAHÍA EN EL VELERO CLÁSICO LUCRETIA

11/04/19

Las salidas están dirigidas a todos los públicos.

Este fin de semana dará comienzo y se ofrecerán 2 salidas todos los fines de semana y los días festivos todo el año. En Semana Santa todos los días.

Podremos gozar de uno de los paisajes más bonitos de la costa Guipuzcoana con una vista desde el mar donde los montes de Jaizkibel y Ulia forman la entrada de la bahía con una belleza única. Y todo esto en un velero clásico.

De hecho, Ostarte Sailing te ofrece la posibilidad de navegar en un velero clásico espectacular: "Lucretia", un emblemático velero holandés de 19,3 metros de eslora construido en 1927 en madera de Teka, Roble y Caoba.

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El comienzo y la salida de la navegación se realizarán desde el pantalán cercano al ayuntamiento de Donibane. El encuentro con el público será la entrada al Ayuntamiento.

El recorrido pasará por los principales puntos de interés de la bahía en el que se darán explicaciones, después de recogerán las velas y se dirigirá a la entrada de la bahía para mostrar la vista panorámica que ofrecen los acantilados de los montes de Jaizkibel y Ulia. Fuera de la bahía se navegará alrededor de los faros de Ulia y Plata y se entrará de nuevo en la bahía, finalizando el recorrido en el punto de inicio.

El barco Lucretia

Fue bautizado por motivo de la enfermedad respiratoria que padecía la joven niña Lucretia, hija del primer armador que encargó la construcción del barco, tras consejo médico de respirar brisa marina. Años más tarde, recorrió los mares Europeos de la mano de un prestigioso rector de la universidad de Oxford. Más tarde cayó en manos de un multimillonario de origen ruso, hasta que un día quedó abandonado en un astillero portugués. Tras una larga y triste estancia en aquel varadero, una familia francesa lo rehabilitó con el fin de cruzar el atlántico y dedicarse a surcar los mares caribeños. Tras 12 años en sus manos, regresó desde el Caribe a nuestras aguas cansado, envejecido y con perspectivas de futuro inciertas.

Los promotores de Ostarte apreciaron su gran valor y tras nueve meses de duro trabajo, Ostarte logra devolverle la vida, la salud y esplendor a esta joya del patrimonio marítimo, convirtiéndolo en uno de los barcos en activo más antiguos del mar Cantábrico.

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