FACTURA y RECIBO son dos conceptos diferentes.

Son muchas las ocasiones en las que estos conceptos dan lugar a confusión a la hora de hacer una reclamación, por lo que desde la oficina de consumo de Oarsoaldea queremos aclararlos.

FACTURA es el documento que emite la empresa en el que aparecen nuestros datos, los datos de la empresa, los servicios contratados y el importe que debemos pagar.

RECIBO o recibo bancario es un documento emitido por nuestra entidad bancaria en el que consta el importe que nos han cobrado.

Ante una disconformidad de consumo y para poder presentar una reclamación ante cualquier empresa el documento que será necesario presentar será la FACTURA.

Por tanto, hay que guardar las facturas. Si nos llegan en formato electrónico, hay que descargarlas.

Las empresas están obligadas a facilitarnos las facturas (en papel o en formato electrónico, a nuestra elección) y si no lo hacen, hay que reclamar que lo hagan.